viernes, 13 de noviembre de 2015

aceptarme como soy

Podrás conocer muchas revistas y miles de libros, incluso te informarás acerca de la autoestima por muchos medios… pero mírate: la respuesta a tu necesidad está dentro de ti.
Debes conocerte desde tu interior, descubrir tu valía, amarte y aceptarte.
Todo comienza por ti, por tu interior.
Cuando te aceptes tal cual eres, serás libre para ser tú mismo.
Comienza aceptando que te falta mucho para llegar a la perfección pero que no tienes que parecerte a nadie. Cuando por fin lo aceptes comenzarás a ser tú.
No es fácil ser o querer ser buenos en todo, nadie lo es, pero poco a poco lograrás liberar tus cargas. Ya no tendrás que callar cuando lo único que deseas es hablar. Nadie te podrá ordenar lo que tú no desees hacer.
Protégete, pues tienes gran valor.
Nunca permitas que nadie te diga algo destructivo de ti.
Di no a quienes te hacen mal, ignórales, tú puedes con todo.
Siempre habrá personas que te llevan la contraria, que se te acerquen con palabras destructivas y contrarias a tu felicidad, personas a las que si escuchas te podrán hacer sentir poca cosa. Pero tú debes ser fuerte, siempre sabiendo que no es así, tú eres importante porque tu interior te lo hace florecer.
Nunca digas que alguien es mejor que tú, todas las comparaciones son odiosas. No dejes que las personas que no son buenas para tu bienestar entren a tu vida, no se lo permitas. Así como desechas la basura, de la misma manera desecha lo que te hace mal. No necesitas malas personas, rodéate de la gente que da amor sin pedir nada a cambio, personas que te quieren aun sin saber quién eres. Las personas que nunca has visto entran a tu vida con un propósito, y merecías conocerlas para tu propio bienestar.
Apártate de las personas ruidosas, son las que menos aportarán a tu vida, supone un gran cansancio tenerlas o tenerlos de amigas o amigos. Huye de esa clase de gente, son muy ruidosas porque no tienen nada que decir y la única manera que tienen de hacerse notar es gritando. Están vacías y sus vidas amargadas. ¡aléjate de esa clase de personas!
Deja entrar el optimismo en tu vida.
No sigas pensando en las cosas que no salieron bien, olvídate de lo malo, sólo así podrá entrar lo bueno en tu vida.
No permitas que la vida o el estrés diario arruinen un bello día, si tú estás mal, todo está mal, incluso tu rostro lo reflejará. No te dejes abatir con lo negativo, bórralo de ti y sonríe, eso te hará una persona nueva, te verás de otra manera.
Siempre piensa que el día de hoy no se repetirá y de ti depende como tomarlo, si la gente te ve feliz y con seguridad en ti mismo, alejarás las cosas malas de ti.
Intenta acercarte a las personas que te aportan buenas vibraciones. Busca también dedicar un tiempo sólo para ti, unos minutos, una media hora y respira con el pensamiento interno diciéndote a ti misma: “le pese a quien le pese, yo puedo y seré feliz.”
Ámate, mímate… ¡tú eres lo primero!
Siempre ten en cuenta que lo principal eres tú.
Debes amarte, quererte mucho, mimarte… ¡confía en ti!
Decídelo: nadie ni nada te volverá a pisotear, ya no eres quien ayer fuiste, hoy eres otra persona, alguien que tiene seguridad en sí mismo, que se sabe bueno, que busca las cosas positivas de la vida y le da la espalda a todo lo negativo... ¡eres tú!
Ríe todas las veces que tengas que reír. La risa es una medicina muy buena; el buen humor te hace y te ayuda a ver la vida con mejor actitud. Las lágrimas nunca desaparecen de nuestras vidas, pero a veces son necesarias porque limpian las heridas que llevamos y son buena para el alma.
Si quieres llorar, hazlo…
Luego sacúdete y sigue adelante pensando que serás de lo mejor que hay y que te mereces todo.
Eso no es algo que se encuentre en los libros, revistas ni en palabras como estas que en estos momentos lees:
Eso es algo que está dentro de ti.
Y repite estas palabras:
“no me verás de rodillas, ya no…
Ahora caminaré de forma segura por la vida e iré solucionando los problemas a medida que lleguen. Viviré mi vida a tope. 
Ahora alejo lo malo para que lo bueno se me acerque.”
Estas deben ser tus metas de cada día:
Merezco todo lo que es bueno.
Elijo estar en paz conmigo mismo o misma.
Escojo sentirme bien conmigo mismo o misma.
Me sentiré completo, nadie me dirá lo contrario.
Tengo un gran valor y quien desee estar conmigo deberá saberlo también, no busco ni acepto cualquier cosa.
Quiero para mi vida lo mejor.

¡Me lo merezco!


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