viernes, 13 de noviembre de 2015

aceptarme como soy

Podrás conocer muchas revistas y miles de libros, incluso te informarás acerca de la autoestima por muchos medios… pero mírate: la respuesta a tu necesidad está dentro de ti.
Debes conocerte desde tu interior, descubrir tu valía, amarte y aceptarte.
Todo comienza por ti, por tu interior.
Cuando te aceptes tal cual eres, serás libre para ser tú mismo.
Comienza aceptando que te falta mucho para llegar a la perfección pero que no tienes que parecerte a nadie. Cuando por fin lo aceptes comenzarás a ser tú.
No es fácil ser o querer ser buenos en todo, nadie lo es, pero poco a poco lograrás liberar tus cargas. Ya no tendrás que callar cuando lo único que deseas es hablar. Nadie te podrá ordenar lo que tú no desees hacer.
Protégete, pues tienes gran valor.
Nunca permitas que nadie te diga algo destructivo de ti.
Di no a quienes te hacen mal, ignórales, tú puedes con todo.
Siempre habrá personas que te llevan la contraria, que se te acerquen con palabras destructivas y contrarias a tu felicidad, personas a las que si escuchas te podrán hacer sentir poca cosa. Pero tú debes ser fuerte, siempre sabiendo que no es así, tú eres importante porque tu interior te lo hace florecer.
Nunca digas que alguien es mejor que tú, todas las comparaciones son odiosas. No dejes que las personas que no son buenas para tu bienestar entren a tu vida, no se lo permitas. Así como desechas la basura, de la misma manera desecha lo que te hace mal. No necesitas malas personas, rodéate de la gente que da amor sin pedir nada a cambio, personas que te quieren aun sin saber quién eres. Las personas que nunca has visto entran a tu vida con un propósito, y merecías conocerlas para tu propio bienestar.
Apártate de las personas ruidosas, son las que menos aportarán a tu vida, supone un gran cansancio tenerlas o tenerlos de amigas o amigos. Huye de esa clase de gente, son muy ruidosas porque no tienen nada que decir y la única manera que tienen de hacerse notar es gritando. Están vacías y sus vidas amargadas. ¡aléjate de esa clase de personas!
Deja entrar el optimismo en tu vida.
No sigas pensando en las cosas que no salieron bien, olvídate de lo malo, sólo así podrá entrar lo bueno en tu vida.
No permitas que la vida o el estrés diario arruinen un bello día, si tú estás mal, todo está mal, incluso tu rostro lo reflejará. No te dejes abatir con lo negativo, bórralo de ti y sonríe, eso te hará una persona nueva, te verás de otra manera.
Siempre piensa que el día de hoy no se repetirá y de ti depende como tomarlo, si la gente te ve feliz y con seguridad en ti mismo, alejarás las cosas malas de ti.
Intenta acercarte a las personas que te aportan buenas vibraciones. Busca también dedicar un tiempo sólo para ti, unos minutos, una media hora y respira con el pensamiento interno diciéndote a ti misma: “le pese a quien le pese, yo puedo y seré feliz.”
Ámate, mímate… ¡tú eres lo primero!
Siempre ten en cuenta que lo principal eres tú.
Debes amarte, quererte mucho, mimarte… ¡confía en ti!
Decídelo: nadie ni nada te volverá a pisotear, ya no eres quien ayer fuiste, hoy eres otra persona, alguien que tiene seguridad en sí mismo, que se sabe bueno, que busca las cosas positivas de la vida y le da la espalda a todo lo negativo... ¡eres tú!
Ríe todas las veces que tengas que reír. La risa es una medicina muy buena; el buen humor te hace y te ayuda a ver la vida con mejor actitud. Las lágrimas nunca desaparecen de nuestras vidas, pero a veces son necesarias porque limpian las heridas que llevamos y son buena para el alma.
Si quieres llorar, hazlo…
Luego sacúdete y sigue adelante pensando que serás de lo mejor que hay y que te mereces todo.
Eso no es algo que se encuentre en los libros, revistas ni en palabras como estas que en estos momentos lees:
Eso es algo que está dentro de ti.
Y repite estas palabras:
“no me verás de rodillas, ya no…
Ahora caminaré de forma segura por la vida e iré solucionando los problemas a medida que lleguen. Viviré mi vida a tope. 
Ahora alejo lo malo para que lo bueno se me acerque.”
Estas deben ser tus metas de cada día:
Merezco todo lo que es bueno.
Elijo estar en paz conmigo mismo o misma.
Escojo sentirme bien conmigo mismo o misma.
Me sentiré completo, nadie me dirá lo contrario.
Tengo un gran valor y quien desee estar conmigo deberá saberlo también, no busco ni acepto cualquier cosa.
Quiero para mi vida lo mejor.

¡Me lo merezco!


Mis lágrimas



Lloraré… porque sentir dolor no se puede evitar, tarde o temprano la vida me tratará mal.
Pero sabré superarlo… yo puedo, tengo capacidad para ello.
Puedo tener amor, puedo tener felicidad. Confío en mí, me acepto tal como soy.
Yo sé que hay días en los que lágrimas derramaré, pero darán comienzo a un nuevo amanecer.
Todos deberíamos aprender a llorar, saber que más de alguna vez te romperán el corazón y que nada es perfecto en el mundo real. Pero eso no es algo que te debiera entristecer sino lo contrario, pues por cada paso en falso que das, muchas más acertarás.
No evitemos el dolor, no se puede, es inevitable sentirlo alguna vez. No es malo sentir dolor, porque ayudará a que cuando llegue el amor y renazca la ilusión por lograr una buena relación, podamos reconocerlo y guardarlo como un gran tesoro. El amor que no das se pudre. No permitas que nadie te quite el amor de tu pareja, eres mucho más que una mujer enamorada o un hombre enamorado: eres la mujer o el hombre ideal para esa relación, te lo mereces.
Mas no permitas que la vanidad te reste humildad, cuando encuentres el amor, atrápalo en tus manos y en tu corazón; no lo pierdas, lucha por aquel sueño, y si al despertar sientes que estás luchando contra la corriente, di: “Sólo está en ti mente. Yo puedo tener lo que quiero, lejos o cerca”. No importa la distancia o impedimentos que te estén separando de tu amor, lucha con todas tus fuerzas porque esas mismas fuerzas que inviertes, serán las que también le darás a él o a ella para seguir adelante luchando por ti.
Confía en ti y en tus cualidades.
El camino hacia la felicidad nunca ha sido fácil, siempre nos encontramos con piedras que nos hacen tropezar y muchas veces por cobardes dejamos ir y no tardamos mucho en preguntarnos “¿Y si mi amor estaba en esa persona?”. La cuestión es que si quieres ese amor, debes luchar, no importa cuántas trampas te pongan, tú sabrás sortearlas. Nadie ha dicho que tener y conservar el amor de una persona sea tarea fácil: al contrario, es algo que se gana pulso a pulso.
Si vale la pena, ¿qué haces ahí llorando?
Tú ya no estás en esas etapas de la vida, eso es para los quinceañeros. ¡Mírate! Ahora eres una persona madura, elegante y sobretodo, tu rostro muestra la serenidad que sólo te da la paz interior que tienes.
No busques afuera lo que llevas dentro de ti.
Muchos te ofrecerán quimeras, sueños por un día o unos meses, NO. Eso sí que no…
Tú mereces algo que sea para siempre, algo que sabes por lo que trabajarás y lucharás para que en un futuro tus ojos y los suyos se miren en solo horizonte y juntos sean un solo sueño, una realidad.
No te mereces menos. —Y que nadie te diga lo contrario.

A estas alturas de la vida ya nadie te dirá lo que debes o no debes hacer, eso ya lo sabes tú. 

No envidies a los demas

No es bueno tener envidia en nuestras vidas, es algo que nos perjudica en gran manera pues nos lleva a hacernos constantes comparaciones con otras personas de un modo que no nos hace bien, ni a nosotros ni a los que nos rodean. La envidia no es sana, sólo daña.
La envidia se nos genera a causa de nuestra propia inseguridad en lo que hacemos o somos. Nos lleva a buscar la aprobación de todos, a querer hacer más cosas de las que podemos, y eso puede llegar a ser terriblemente agotador. Las personas que sufren este mal, quizás actúan así de forma inocente, sin querer o sin darse cuenta… pero debe ser algo muy terrible de vivir, pues te hace sufrir, caer en la hipocresía, decir cosas desagradables… y finalmente nos vuelve en personas destructivas.
Si conoces a alguna persona envidiosa, con toda seguridad llegará a hacértelo pasar mal. Si eres tú la persona envidiosa, lo pasarás mal y harás daño o cansarás a otros, sólo por tus inseguridades.
La envidia es el miedo a no ser aceptado por nuestro entorno, es “inseguridad total en nosotros mismos”. Es fruto de dar demasiada importancia a lo que tienen y hacen los demás, e intentar superarles para recibir la aprobación y admiración. O igualmente, puede llevarte a criticar y echar abajo lo que los demás tienen, para que lo que tú tienes, al ser comparado, crezca en valor. La envidia de ningún modo es buena, y hay que tratar de controlar tal resentimiento porque sólo traerá soledad a nuestras vidas.
No envidies, tú también tienes algo especial, descúbrelo.
No te quemes comparándote con otros, eso es frustrante y nunca edificante. No te enaltezcas por encima de los demás, eso se nota cuando lo haces y en realidad es humillante. Recuerda que todos los seres humanos somos débiles, que todos tenemos talentos que Dios nos regaló, pero son diferentes, y es nuestro deber descubrir cuáles son.
No envidies, tú también tienes algo especial, des


cúbrelo.
Es difícil reconocer que se es una persona muy envidiosa. Si estás haciendo cosas por agradar a los demás, por buscar su aprobación, o diciendo cosas con la intención de aumentar tu reputación con respecto a otros, de que valoren lo que tienes o haces en comparación con otros… es muy posible que tu motivación sea la envidia. Busca ser sincero contigo mismo, y piensa que tal vez pudieras estar afectado por la envidia.
Tratemos de controlar la envidia: Agradezcamos cada día por lo que tenemos y carecemos. Tratemos de actuar bien con los demás, esforcémonos, y no nos comparemos con nadie.
 La envidia se da cuando te fijas en las bendiciones de los demás, en lugar de disfrutar de los que tú ya tienes.
Para salir de la envidia busca la belleza que hay en tu interior: Haz cosas buenas porque sientes que es bueno hacerlas, no porque quieras recibir aprobación. Si actúas bien de corazón, verás que recibirás más admiración que haciendo cosas buenas por llamar la atención. Sé feliz y aleja de ti esos malos pensamientos, recuerda que siempre habrá mejores y peores personas que tú.

Nunca debemos compararnos con los demás, entendamos que somos únicos e irrepetibles, todos somos hijos de Dios y tenemos que estar conformes con lo que hemos logrado, con los talentos que Dios nos ha dado. Con independencia de que brillemos o no, debemos estar felices disfrutando de este festín llamado VIDA.Y sí, algunas veces nuestro estado de ánimo no es bueno y no podemos ver las maravillas que nos rodean, no tenemos capacidad para contar nuestras bendiciones, que realmente son muchas… Pero podemos pedirle a Dios que nos ayude a sanar nuestra alma, para que sepamos estar felices con lo poco y lo mucho que tenemos.  Y sobre todo, para que aprendamos a saber agradecer también lo que tienen los demás, entonces sí conoceremos lo que es vivir en paz, y con plenitud total.

sábado, 24 de octubre de 2015

lograr la paz interior





Es difícil lograr la paz interior en medio del ajetreo del día a día, requiere mucho trabajo y disciplina… pero es muy necesario. Para poder seguir adelante con nuestras vidas debemos aceptar aquellas dificultades que la vida nos presenta y encontrar soluciones a nuestros problemas, es decir, debemos tratar de tener esa paz, ese minuto con nosotros mismos.
Hay momentos de la vida en las que pensamos que nos vendría bien un nuevo comienzo, pero a la hora de la verdad nos damos cuenta de que no es tan fácil: tenemos cansancio, tristeza, las cosas no han salido como planeábamos… Cuando ya se tiene una vida, no es fácil cambiarla y muchas veces realizar cambios se nos hacen irrealistas. Pero no por ello debemos conformarnos y detenernos: tenemos que encontrar el modo de seguir adelante logrando la paz que tanta falta nos hace.
Encontrar paz
Para ello, debemos poner prioridades y tratar de vivir vidas tranquilas… y ¿cómo se logra esa paz? Solamente pagando lo que debemos, aunque nos quedemos sin un peso, lo que nos hemos endeudado es nuestra culpa. Ahora es momento de enfrentarnos a los hechos, y eso nos hará libres de alguna manera…
En cuanto a nuestra vida personal, tal vez teníamos sueños, esperanzas de estar con nuestra(o) amada(o), pensábamos que ya no tendríamos que vivir en lejanía, pero por esas mismas dificultades aún seguimos amando en la distancia, viviendo esos amores tan sufridos y soñados… Pero pese a que las relaciones son así de imperfectas, no dejamos de tenerlas, ni queremos dejar de tenerlas, ¿verdad?
Entonces, si sientes que ese amor tan lejano te llena la vida debes seguir manteniendo la esperanza que un día llegará un buen final, aquel final con el que tanto sueñas… Así es el amor de Internet.
¿Estás en una situación difícil?

¿No sabes qué harás para arreglar ese problema que tienes? Necesitas lo que te digo: un tiempo de reflexión. Un tiempo para saber qué deseas realmente. Hay problemas que necesitan más que unos pocos minutos para pensar, necesitan de mucho tiempo, y más aún si estás reflexionando acerca de lo que harás con tu vida. Aprende a amainar las tempestades.
Hay que aprender a enfrentar los problemas.
Aceptar las cosas como están es una de las claves necesarias para poder llegar a un buen final.
Paz interior
Debemos tener paz y cautela, no herir a quien nos da su amistad, al menos intentarlo. Porque a mí mismo me ha pasado, y por nada del mundo quisiera que alguien se sintiese mal por alguna situación mía; y sí, he logrado que más de uno llegue a sentir que no soy un buen amigo, y eso es muy triste, las piedras del camino a veces es difícil patearlas y dejarlas de lado, pero hay que intentarlo.
En eso consiste la vida, en tratar de estar en paz con nosotros mismos para poder dar paz a los que nos rodean.
Recuerda que sobre tu vida sólo mandas tú.
Y eres tú quien decidirá tu vida y futuro. Sobre tu vida mandas tú, y nadie más que tú.
Actuemos cautelosamente cuando hablamos de otras personas, pues sin quererlo podemos llegar a herirles. Tratemos de ser buenos amigos, y de hablar sin miedo con nuestras parejas.
Concédele a tu vida un minuto de paz. Siente la libertad de hablar sin temor a las críticas, acéptate tal como eres, con todas tus virtudes y defectos, que sólo así podrás amar a tus semejantes.

Dale a tu vida su minuto de paz.

¿SOLO PIENSO?




En momentos de soledad a veces me pregunto… ¿En qué estará pensando el ser humano cuando comienza una horrible pesadilla en su relación con su semejante? El ser humano debe perdonar y perdonarse los errores que se cometen, porque ya sucedieron y no sé puede regresar el tiempo.
Ahora bien; con el pasar de éste se aprende el consuelo de olvidar, en medio de esa tormenta que acompaña su vida y, que se dosifica día a día por la actitud tomada por su entorno. Su tortura es sufrir en silencio, sentirse sólo, ¡estar sólo!, con temor, sin tener con quién hablar y sin confiar en nadie, pero a pesar de todo no debe guardar rencor.
¿Para qué tanto rencor? ¿Para qué guardar tanto resentimiento? ¿Para qué vivir el resto de su vida preso por estas emociones?
Es el momento de ordenar pensamientos e ideas con el fin de buscar un punto de equilibrio en las relaciones con su entorno, sin creerse dueño de la verdad absoluta, volviendo a ver el lado positivo de la vida, que motivado a sus deslices se vio alterado y se constituyó en un gran problema, precisamente por no haber sabido actuar.
El seguir alimentando el problema no aporta nada positivo, al contrario; enreda más la situación, se interpone a la razón y finalmente puede conducir a la derrota y, esta puede conducir a ¡una desaparición definitiva…!
Y es que se enfrenta a un mundo al que ve predominantemente hostil. En momentos de soledad experimenta la sensación de que lo aplastan. Experimenta los estremecimientos de un estallido de rabia consigo mismo al darse cuenta que el peor castigo, es la soledad.

Entonces, se siente mal para encarar su propia existencia y aparta las incitaciones que brotan de lo más recóndito de su naturaleza en conflicto. Se siente solitario y conmovido por el hecho de que no puede exteriorizar con nadie, ni con su entorno, que es lo que más quiere pero que muchas veces le da la espalda. Puede reconocer en él mismo la causa de esos factores perturbadores que se aprovechan de su debilidad humana y, ello le provoca mucha ansiedad, tan atroz y aterrorizante, que se convierte en desesperanza y…
La desesperanza lleva a una pasión de rabia y esta puede desatar los demonios que lleva por dentro. Porque está consciente de que su situación trasciende más allá de su condición como ser humano, que por las cosas que pasan por su mente está en constante peligro de profunda conmoción emocional por tanto conflicto, que más allá de la frustración se enciende en forma residual la ira, inevitable y representativa de un peso psicológico que gravita peligrosamente sobre su mente.

Siente que hay unidades fundamentales en la vida que perdió y, ya no recuperará por mucho que se esfuerce, piensa que hay cosas a las que involuntariamente tuvo que renunciar y, pareciera que a cierta edad es ya demasiado tarde, pero cree que a pesar de lo complicado y confusa que es la vida, vale la pena la lucha por la existencia y porque comprende que desesperar es como morirse… ¡…y pienso para escribir…!

NO SER PERFECTO




Si fuésemos perfectos no necesitaríamos palabras de ánimo, consejos o amigos.
Me alegro de no serlo y poder enviarte bellas cosas como ésta. 
Eso sí parece perfecto.
NO SOY PERFECTO, Y ME ALEGRO DE NO SERLO
Imagino la vida perfecta...Quise imaginar lo que sería mi vida estando en este mundo, siendo un ser perfecto, sin tristezas, sin vacíos, sin necesidad de amar y sentirme amado; teniendo todo a la mano, para alcanzarlo sin el más mínimo esfuerzo, siendo poseedor de una imagen y figura perfecta ante los ojos de los demás; sintiendo el poder en mis manos (después de todo, eso es lo que anhelamos y soñamos los seres humanos)...
Y después de imaginar lo que sería mi vida así, el pensar en eso, no fue un sueño, sino una pesadilla de la cual inmediatamente quise despertar… corrí al espejo a verme, y al contemplar mi imagen y redescubrir lo que soy, dije con voz de alivio:
¡Qué bien, no soy perfecta! ¡Qué bien, no soy perfecto!
Si no me equivocara jamás, tal vez no podría entender los errores que también cometen los demás, viviría juzgándolos, y me quedaría solo, porque no encontraría a nadie que me pudiera igualar.
Si mi imagen y figura, fueran perfectas para la humanidad, nadie sabría quién realmente soy, me buscarían por mi apariencia, verían en mí solo lo material; tal vez me convertiría en esclavo del cuerpo y de lo superficial, queriendo encontrar la fórmula de la eterna juventud, para no envejecer jamás, viviendo una vida superficial;

perfecto tal como soy en el espejo no vería más que mi figura, no sabría quién soy en realidad… prefiero ser pequeño, diferente, estando seguro de que los que me quieren, me conocen en verdad, y mejor aún, solo puedo contemplar en el espejo, más que mi alma, y lucho por conservar mi belleza espiritual.
Si no tuviera vacíos, no tendría necesidad de amar y sentirme amado, y sería una persona indiferente, y eso me aterra, no quiero pensar lo que es vivir sin amor; sin experimentar esa necesidad de ser amado y los enormes deseos de dar amor... ese es el motor de nuestra existencia.
No soy perfecto y doy gracias por ello, porque mi imperfección le da sentido a mi vida, me invita luchar cada día por ser mejor.

Gracias Dios, por mi imperfección, pon en mí el toque de tu perfección: "el amor".

lunes, 19 de octubre de 2015

El tren de la vida




La vida se asemeja a un viaje en tren. Con sus estaciones y cambios de vía, algunos accidentes, sorpresas agradables en algunos casos, y profundas tristezas en otros… Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, creemos que siempre viajarán a nuestro lado… Pero en alguna estación ellos se bajarán dejándonos seguir el viaje, de pronto nos encontraremos sin su compañía y su amor irreemplazable...
No obstante, muchas otras personas que nos serán muy especiales y significativas, se irán subiendo al tren de nuestra vida... Nuestros hermanos, amigos y en algún momento, el amor de nuestra vida... Algunos tomarán el tren, para realizar un simple paseo… Otros durante su viaje pasarán por momentos de oscuridad y tristeza… Y siempre encontraremos quienes estén dispuestos ayudar a los más necesitados…
Muchos al bajar, dejan un vacío permanente… Otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon sus asientos... Es curioso ver como algunos pasajeros, aún los seres queridos, se acomodan en coches distintos al nuestro… Durante todo el trayecto están separados, sin que exista ninguna comunicación…
Pero en realidad, nada nos impide que nos acerquemos a ellos si existe buena voluntad de nuestra parte… De lo contrario, puede ser tarde y encontraremos a otra persona en su lugar…
El viaje continúa, lleno de desafíos, sueños, fantasías, alegrías, tristezas, esperas y despedidas... Tratemos de tener una buena relación con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo mejor que tengan para ofrecer. En algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos… pero recordemos que nosotros también, muchas veces, titubeamos y necesitamos a alguien que nos comprenda.
El gran misterio para todos, es que no sabremos jamás en qué estación nos toca bajar. Como tampoco dónde bajarán nuestros compañeros de viaje, ni siquiera el que está sentado a nuestro lado. A veces pienso en el momento en el que me toque bajar del tren. ¿Sentiré nostalgia, temor, alegría, angustia...? Separarme de los amigos que hice en el viaje, será doloroso y dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de que en algún momento, tendré la gran emoción de verlos llegar a la estación principal con un equipaje que no tenían cuando iniciaron su viaje.
Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré para que ellos crecieran y permanecieran en este tren hasta la estación final. Amigos… Hagamos que nuestro viaje en este tren tenga significado, que haya valido la pena. “Vivamos de manera que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje lindos recuerdos a los que continúan viajando en el Tren de la Vida”

Feliz viaje
Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar.

Descansar, es empezar a morir.

El brillo en tus ojos...





Cuan feliz fue el tiempo vivido a tu lado... Entre risas, guiños, juegos, besos, suspiros y llanto. El tiempo era tan breve a tu lado... Y eterno al reencuentro contigo. La distancia contuvo el contacto, pero no sofocó las ganas de amarnos... Tu alma y la mía se unieron por un vínculo más que perfecto en tiempo y espacio, tu ser era mío y yo más que eso... Han transcurrido años y aún mi alma le hace falta un pedazo... Nunca me perdonaré haberte alejado de mi lado...
Mi amor es grande, es inmenso... Pude haber peleado. Maldigo el orgullo que me cegó... Ahora aquí estoy buscando en ti la respuesta a este amor. Dime mi cielo, que en tu corazón aún anido... Que todavía inspiro amor, pasión y todo lo vivido... Dime que tu alma aún espera mi llegada... Puede ser que se sienta cansada pero no desilusionada...       

Ruego a Dios, estas líneas no sólo tus ojos las lean... Sino que tu ser las sienta. Pues si yo pudiera, con lágrimas las escribiera... Acércate y mira mis ojos... Aún llevo en ellos grabada tu imagen...

El amor que vivimos, cambió nuestros destinos... Dime que aún puedo esperarte... Dime que me dejarás amarte... Y si así es... No vuelvo a dejarte.

El amor te elige a ti




Si te encuentras enamorado de una persona que no está enamorada de ti… no te reproches a ti mismo. No hay nada de malo contigo, sino que el amor no eligió descansar en el corazón de la otra persona.
Si encuentras a alguien que está enamorado de ti, y tú no le amas, siéntete honrado de que el amor vino y tocó a su puerta, pero dulcemente rechaza el regalo que no puedes devolver.
Si te enamoras de alguien, y esta persona se enamora de ti también, y el amor elige irse… no intentes reclamarlo o culparlo, déjalo ir.
Hay una razón y un significado, a su tiempo lo descubrirás.
El amor te elige a ti
Recuerda que no eres tú quien elige al amor:
El amor te elige a ti.

Por lo misterioso que es el amor, cuando entra a tu vida, todo cuanto realmente puedes hacer es aceptarlo.
Siente como el amor te llena hasta derramarse, y entonces encuentra la manera de compartirlo.

Dale amor a la persona que lo hizo nacer en tu vida. También dale amor quienes sean pobres de espíritu. Dalo al rededor del mundo en todas las formas que puedas, el amor es más grande cuando es compartido.

En esto muchos que aman cometen un gran error, porque habiendo estado mucho tiempo sin amar, ven el amor como si únicamente fuese una necesidad. Ven sus corazones como un lugar vacío que necesita ser llenado con el amor, y creen que el amor es algo que debe fluir para ellos, y no desde ellos mismos.
Acuérdate de eso, y mantenlo en tu corazón: el amor tiene su propio tiempo, sus propias estaciones, y sus propias razones para ir y venir.
Tú no lo puedes sobornar, coaccionar, motivar o insistir para que el amor se quede.
Cuando llega, sólo puedes abrazarlo, compartirlo y repartirlo.
Pero si el amor elige dejar tu corazón o el de aquel a quien tú amas, no hay nada que puedas hacer, y no hay nada que debas hacer.
El amor es y siempre será un misterio. Si en algún momento el amor ha entrado en tu vida, alégrate por esos días especiales que viviste.

El amor es así de misterioso, mantén tu corazón abierto que seguramente vendrá de nuevo a ti.

sábado, 17 de octubre de 2015

Cuida a tu pareja


Voy a decir algo que con seguridad va a molestar a muchos, pero que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más lo que tenemos seguro, que lo inseguro.
Me explico: yo siempre digo, "no cuides tanto a tu familia, cuida a tu pareja" y la gente se sorprende por ello.
"¿Pero cómo que no voy a cuidar mucho a mi familia? ¡Es mi familia!" — Y no, tu familia, que es tu familia, está segura, es tu familia, nunca se pierde.
¿Ustedes han oído decir a alguien "por ahí va mi ex hijo, o mi ex padre"?
No, ¿verdad? 
Pero han oído mucho, "allí va mi ex pareja".
Los padres, los hijos, los hermanos y la familia es lo más seguro que se tiene, no hay ex.
Ellos están ahí, y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse o en hablarse, ellos están siempre ahí.
Usted no puede decir "aquella señora que va pasando por allí fue mi madre por 35 años".
Una madre siempre es madre, es segura.
Y es más, les voy a decir otra cosa, de todos los amores, que es tender lazos, de todos los puentes, el amor más débil que existe es el de pareja. En una pareja no hay nada. Por eso hay que darlo todo, para quedarse con algo.
Tener una pareja es como cuidar una flor.
Si una flor no se riega, se muere,
y si se riega mucho, también.
Hay que ser un artista para cuidar una flor.
Cuida a tu pareja como una flor...

Eso que llamamos amor eterno se da en papá, en mamá, en un hijo, y en los amigos, que también puede ser un amor eterno. Pero en una pareja es un amor diario, tiene que cuidarse todos los días.

miércoles, 14 de octubre de 2015

PERDER PARA GANAR

Suena fácil, incluso sencillo, pero no lo es. Hay que estar dispuestos a perder algo para ganar algo mejor. Dispuestos a perder aquello por lo que trabajamos durante mucho tiempo, para ganar algo nuevo, diferente y mejor.
Muchas veces es necesario perder para ganar… cuando estamos en una relación de pareja que se ha vuelto tormentosa, cuando esos mismos sueños que un día alimentaron nuestras vidas ya no están, cuando esa persona que era tu vida se fue, te ha sido infiel… o cuando tus amigos con los que compartías tus alegrías y penas ya no están ahí para ti, están demasiados ocupados para atenderte.
Tu matrimonio ha sido horrible, sólo deseas que todo sea un mal sueño para despertar de todas esas tristes realidades… en todas estas situaciones, es necesario perder para ganar.
Hay que perder para ganar.

Perder para ganar Hay que perder, soltar aquello que no nos hace bien, aunque sea algo por lo que luchamos y creímos tiempo atrás. No se puede estar todo el tiempo hablando de los sufrimientos e injusticias que vivimos, tenemos que estar dispuestos a soltar, dejar atrás… perder para ganar.
Claro que vas a sufrir, vas a llorar, pero ¿qué vale más? Supondrá un tiempo en silencio, haciendo una limpieza interior para poder salir a la luz, para poder darle a la vida otra oportunidad y tratar de vivir en forma tranquila.

Por miedo a la soledad acabamos aferrándonos a los recuerdos, a lo que hemos ganado y a lo que llevamos tiempo guardando. Todo en la vida cuesta esfuerzo, por eso cuesta soltar y perder. Pero nada en esta vida nos pertenece, ni siquiera nuestra propia vida, todo es prestado, nada es eterno… por eso te invito a hacer esta reflexión: muchas veces debemos perder para levantarnos y ganar de nuevo.
Recuerden cómo era su vida antes que llegasen tantos problemas y el sufrimiento se anidase en sus corazones. ¿Dónde quedó esa persona que eras antes, con sueños de éxito y proyectos realizados? ¿Dónde está esa persona luchadora que más de alguna vez fue modelo a seguir para otras personas? ¿Qué fue de aquella persona con propósito y visión que una vez fuiste?
Intenta buscar dentro de tu ser qué pasó con aquella persona que una vez fuiste, y vuelve a pensar que eres muy especial.
Perder para ganar
Vuelve a creer en ti, en tu capacidad de amar y progresar en lo que te propongas.
Vuelve a pensar que si quieres trabajar en algo, podrás hacerlo.
Vuelve a ser una persona segura de sí misma, como lo has sido en el pasado, más que ahora... antes de que llegara esa persona que te acabó anulando por completo.
No es nada fácil volver a reír sin parar, no es fácil cuando sólo quieres llorar. No es fácil volver a entregar el corazón cuando te lo han roto varias veces, pero se puede, si pones de tu parte podrás. Sólo necesitas ser consciente que a veces hay que saber soltar, dejar ir lo que te rodea (sea material o sentimental) y dejar marchar aquellas cosas que no te hacen feliz.
Perder para ganar
Hay que perder para ganar, porque dentro de esa “pérdida” volverás a renacer, a vivir la vida sin estar sufriendo o sin estar todo el día hablando de tus penas… Hay vida para ti, hay esperanzas dentro del dolor, confía en Dios que así será. Haz un ejercicio;
-Respira-
Suelta…  y vuelve a vivir.

Aunque la vida te trate mal, tú siempre sonríe





“Mi vida no ha sido fácil.
No me han regalado ningún final feliz, más yo sigo luchando por cambiar mi vida. Sonreiré, aunque no me den motivos. Porque nada podrá hacerme una persona amargada… pues mi felicidad está dentro de mí.”
Quizás la vida no te ha dado lo suficiente como para que puedas sentirte feliz. Y tal vez piensas que la vida te castiga por un motivo u otro… pero no es así. Tienes que aprender a ser feliz con lo que tienes y no tienes.
Mírate al espejo, pese a todo lo malo que te parezca ver en ti mismo, en tu rostro sí hay belleza. Esboza una sonrisa y mira cómo se ponen tus ojitos de contentos… Sólo con una pequeña sonrisa, incluso forzada, notarás cómo cada parte de tu cuerpo reacciona a la felicidad… Y es que así es la vida: si te sientes contento, todo tu cuerpo lo nota y responde positivamente ante este sentimiento de felicidad. Tu piel resplandece, tus ojos se llenan de un brillo especial que te llena de ese “algo” que a los demás les gusta y les hace voltear la mirada para verte…
Sonríe, hazlo ahora
Podrías sonreír, sonríe.
Sé esa persona positiva que con su sonrisa siempre da buen rollo, una persona que se nota feliz.

Muchas veces llevamos por dentro tantos problemas que hasta la piel lo nota y se vuelve opaca, nuestra mirada se queda triste y nuestros labios permanecen rígidos y no nos sientan bien… ¿Qué puede ser más importante que amarte, consentirte y cuidarte a ti mismo? ¡NADA! Nada es más importante…
Emplea tu tiempo libre solamente en las cosas que verdaderamente te gustan y te llenan de paz: un buen libro, escuchar música, ir al gimnasio… tantas cosas que consiguen hacerte sentir bien, desconectar y relajarte…
Prueba sonreír
No dejes que este mundo loco te haga desvariar. ¡Todo lo contrario!
Muéstrate fuerte, con seguridad, felicidad y plenitud personal… que la vida no te envuelva en el estrés. No te dejes enredar en situaciones que te hagan sentir fuera de ti…
Una sonrisa siempre anima
Contempla tu entorno, observa tu bello interior y date cuenta que no eres un cualquiera, eres especial...y ahora sonríe.

Y eso… eso te hará renacer a la vida.

martes, 13 de octubre de 2015

Quien no te valora, no te merece


Hay muchas relaciones de pareja y matrimonio en las que el respeto no existe, son tantos los casos así que también podría ser tu caso o la de alguien que conoces.
Quien no te valora, no te merece.
Eso es algo que toda persona debiera tener en mente.
Y el respeto empieza por uno mismo,
Que se te valore o no depende de ti.
Las relaciones comienzan con esperanza, empezamos una nueva vida junto al hombre o a la mujer que amamos, ya no hay secretos pues por fin tienes un cómplice, un amigo o una amiga… ya tienes un amor, y tu alma está descubierta ante esa persona. Así vivimos cada día con mucha alegría, con esperanza, con fe de que vamos a llegar mucho más allá en la relación, parece que todo fuese perfecto, la pareja perfecta, la relación perfecta, todo encaja en nuestras vidas…
Pero sucede también que muchas veces esos sueños realizados, esos sueños de amor que se han cumplido, se rompen. Tras ello viene la desilusión, ya no te mira, ya no te valora, ya no te llama, o si lo hace es cuando quiere y no cuando tú le necesitas… ya nunca está para ti y te ves con una enorme tristeza e impotencia de no saber qué hacer.
Y es justo que te sientas enfadado o enfadada, lo has dado todo, no te has quedado con nada, y de pronto todo se ha roto.
¿Dónde fue que perdiste el rumbo?
¿Por qué te dejas pisotear?
Muchas personas viven esta lacra de verse menospreciados, insultados por su pareja, relaciones en las que ya no hay respeto. Pero más triste que todo esto es que tú permites que se te atropelle. Eso es lo más grave, nadie puede ni tiene el derecho de insultar tu persona, no lo consientas o la concientas, no permitas que en nombre del amor te hagan pedazos a ti y a tu dignidad.
Algunas características comunes de quien no te valora:
Nada de lo que haces le gusta.
Critica todo, hasta tu forma de vestir.
Ya no te deja tener amistades, te controla en todos los aspectos.
Te pone en evidencia ante otras personas..
No responde a tus llamadas.
Evita cualquier encuentro para no tratar temas serios.
Se deja querer, hasta las entradas del cine las pagas tú.
Ya no tiene detalles, al contrario, se piensa que se "merece" que todo lo pagues tú.
Si identificas a tu pareja en casi todas estas características, entonces no dudes en bajarte de ese tren, en la primera estación bájate. Es mejor sufrir un tiempo que estar con alguien así toda la vida. No te merece, no te valora, no te quiere, sólo le sirves para sus gustos. Tú no tienes que vivir una vida así, no eres cualquier cosa.
Debes retirarte de su vida, mereces un buen amor, una buena relación, no tienes por qué estar todos días soportando que hieran tu corazón.
Si tienes respeto por la persona que eres, llegará el día en que una persona que te dará tu lugar y sabrá valorar lo que eres. Te valorará por ser tú, no por lo que tienes. No permitamos que nadie sufra de esta manera, esas personas no valen la pena, deja esa vida y no te olvides, hay que tener DIGNIDAD, sólo así podrás salir adelante con estas relaciones tan nocivas.
Mereces que te amen y que no te lastimen, mereces respeto así como toda persona lo merece. Puedes permitirte perderlo todo en la vida, menos la dignidad, eso es lo que realmente hace daño, no lo permitas nunca, y si ya lo perdiste nunca es demasiado tarde para recuperarlo. Mereces dignidad.
Recuerda:
¡Quien no te valora,

No te merece!

lunes, 12 de octubre de 2015

NOVIAZGO EN LA ADOLESCENCIA

El noviazgo en la adolescencia si se puede presentar porque de esta manera el ser humano puede conocer nuevas personas y tener más relaciones que le permiten socializarse en una comunidad.
En la adolescencia es donde se tiene más curiosidad y ganas de vivir nuevas experiencias como el hecho de conocer nuevas personas y socializar con ellas.
En esta etapa podemos considerar que el ser humano empieza a ver la vida de otro punto de vista pues sus sentimientos, pensamientos y formas de actuar con las demás personas cambian.
Sin embargo debemos tener en cuenta que no solo cambian la parte intelectual y moral, pues nuestro cuerpo experimenta grandes cambios, algo conocido vulgarmente como las hormonas que contribuyen a sentir atracción física por otra persona y se presentan varias emociones como la pasión, el cariño y muchos más sentimientos que vivimos nosotros los adolescentes al tener una relación sentimental y de compromiso con alguien más.
La mayoría de los adolescentes no poseen un concepto claro de lo que significa el noviazgo, ya que de acuerdo a la situación real de la sociedad este se toma como algo ligero, un pasatiempo y un entregarme a vivir lo que siento en el momento. Para algunos es una relación que se da a partir de una atracción (que por supuesto debe existir en todo noviazgo) y revolotear de emociones que exigen ser respondidas, pero que no va más allá de esto y en lo cual se fundamenta para dar los argumentos suficientes y establecer así una relación de “noviazgo”. Cabe resaltar que las relaciones de “noviazgo” en los adolescentes es más una ilusión, y un experimentar las primicias de sentimientos de amor de una forma diferente, que un verdadero amor o lo que realmente significaría tener un noviazgo, debido a que para decir que se ama es cuando realmente se tiene una definición clara de lo que significa amar.
El amor, deseo profundísimo del ser humano, anhelo, motivación, ansia, emoción capaz de impulsar la conducta, los sentimientos y los pensamientos de los hombres y mujeres, del que creen saber los amantes y al que quieren conocer los filósofos y los poetas, los unos con la razón y los otros con la intuición, constituye un elemento fundamental. Y sin lugar a dudas es un sentimiento, nuevo, innovador y profundo en la etapa de la adolescencia.
En una cultura en la que prevalece la orientación mercantil y en la que el éxito material constituye el valor predominante, no hay, en realidad, motivos para sorprenderse de que las relaciones humanas amorosas sigan el mismo esquema de intercambio que gobierna el mercado de bienes y de trabajo.
Hay otro error que lleva a suponer que no hay que aprender sobre el amor, y es la confusión que existe entre la experiencia de enamorarse y la situación permanente de “estar enamorado”. Si dos personas, desconocida la una para la otra, dejan caer de pronto las barreras que las separan se sienten cercanas, se sienten “uno”; y esa vivencia es una de las más estimulantes y excitantes de la vida.

En conclusión podemos decir que la adolescencia es una de las etapas más adecuadas para tener un noviazgo pues nos permite adquirir experiencias y conocimientos que contribuyen a tener buenas relaciones e ir manejando esas desenfrenadas emociones que se presentan en dicha etapa.