Podrás conocer muchas
revistas y miles de libros, incluso te informarás acerca de la autoestima por
muchos medios… pero mírate: la respuesta a tu necesidad está dentro de ti.
Debes conocerte desde tu
interior, descubrir tu valía, amarte y aceptarte.
Todo comienza por ti, por tu
interior.
Cuando te aceptes tal cual
eres, serás libre para ser tú mismo.
Comienza aceptando que te
falta mucho para llegar a la perfección pero que no tienes que parecerte a
nadie. Cuando por fin lo aceptes comenzarás a ser tú.
No es fácil ser o querer ser
buenos en todo, nadie lo es, pero poco a poco lograrás liberar tus cargas. Ya
no tendrás que callar cuando lo único que deseas es hablar. Nadie te podrá
ordenar lo que tú no desees hacer.
Protégete, pues tienes gran
valor.
Nunca permitas que nadie te
diga algo destructivo de ti.
Di no a quienes te hacen
mal, ignórales, tú puedes con todo.
Siempre habrá personas que
te llevan la contraria, que se te acerquen con palabras destructivas y
contrarias a tu felicidad, personas a las que si escuchas te podrán hacer
sentir poca cosa. Pero tú debes ser fuerte, siempre sabiendo que no es así, tú
eres importante porque tu interior te lo hace florecer.
Nunca digas que alguien es
mejor que tú, todas las comparaciones son odiosas. No dejes que las personas
que no son buenas para tu bienestar entren a tu vida, no se lo permitas. Así
como desechas la basura, de la misma manera desecha lo que te hace mal. No
necesitas malas personas, rodéate de la gente que da amor sin pedir nada a
cambio, personas que te quieren aun sin saber quién eres. Las personas que
nunca has visto entran a tu vida con un propósito, y merecías conocerlas para
tu propio bienestar.
Apártate de las personas
ruidosas, son las que menos aportarán a tu vida, supone un gran cansancio
tenerlas o tenerlos de amigas o amigos. Huye de esa clase de gente, son muy
ruidosas porque no tienen nada que decir y la única manera que tienen de
hacerse notar es gritando. Están vacías y sus vidas amargadas. ¡aléjate de esa
clase de personas!
Deja entrar el optimismo en
tu vida.
No sigas pensando en las
cosas que no salieron bien, olvídate de lo malo, sólo así podrá entrar lo bueno
en tu vida.
No permitas que la vida o el
estrés diario arruinen un bello día, si tú estás mal, todo está mal, incluso tu
rostro lo reflejará. No te dejes abatir con lo negativo, bórralo de ti y
sonríe, eso te hará una persona nueva, te verás de otra manera.
Siempre piensa que el día de
hoy no se repetirá y de ti depende como tomarlo, si la gente te ve feliz y con
seguridad en ti mismo, alejarás las cosas malas de ti.
Intenta acercarte a las
personas que te aportan buenas vibraciones. Busca también dedicar un tiempo
sólo para ti, unos minutos, una media hora y respira con el pensamiento interno
diciéndote a ti misma: “le pese a quien le pese, yo puedo y seré feliz.”
Ámate, mímate… ¡tú eres lo
primero!
Siempre ten en cuenta que lo
principal eres tú.
Debes amarte, quererte
mucho, mimarte… ¡confía en ti!
Decídelo: nadie ni nada te
volverá a pisotear, ya no eres quien ayer fuiste, hoy eres otra persona,
alguien que tiene seguridad en sí mismo, que se sabe bueno, que busca las cosas
positivas de la vida y le da la espalda a todo lo negativo... ¡eres tú!
Ríe todas las veces que
tengas que reír. La risa es una medicina muy buena; el buen humor te hace y te
ayuda a ver la vida con mejor actitud. Las lágrimas nunca desaparecen de
nuestras vidas, pero a veces son necesarias porque limpian las heridas que
llevamos y son buena para el alma.
Si quieres llorar, hazlo…
Luego sacúdete y sigue
adelante pensando que serás de lo mejor que hay y que te mereces todo.
Eso no es algo que se
encuentre en los libros, revistas ni en palabras como estas que en estos
momentos lees:
Eso es algo que está dentro
de ti.
Y repite estas palabras:
“no me verás de rodillas, ya
no…
Ahora caminaré de forma
segura por la vida e iré solucionando los problemas a medida que lleguen. Viviré
mi vida a tope.
Ahora alejo lo malo para que
lo bueno se me acerque.”
Estas deben ser tus metas de
cada día:
Merezco todo lo que es
bueno.
Elijo estar en paz conmigo
mismo o misma.
Escojo sentirme bien conmigo
mismo o misma.
Me sentiré completo, nadie me
dirá lo contrario.
Tengo
un gran valor y quien desee estar conmigo deberá saberlo también, no busco ni
acepto cualquier cosa.
Quiero
para mi vida lo mejor.
¡Me
lo merezco!